Fito justifica y embellece “Confiá” con las cinco primeras canciones, que no son tan íntimas sino más bien beatlescas. Una preciosa influencia que adquirió Páez, quien parece ser el preciso eslabón perdido entre los de Liverpool y el Río de La Plata, o bien entre Mozart y Charly.
Por lo menos en las dos primeras (“Tiempo al tiempo”, “Confiá”) se despoja de la melancolía, emprende un viaje musical y compositivo con versos positivos, sencillos - amontonados -, aunque sí empecinado en contar historias, una especialidad del rosarino, que no deja de lado el rompan todo, en este caso sepultando en segundos a Río de Janeiro en la bio del arriesgado trip de amor tormentoso de Cartucho y Silvita: ”La nave espacial”. Dos personajes que se suman al reparto cinematográfico que utiliza Fito para describir, y darle vida propia a estereotipos, como en la seductora “M&M”, que es un interesante juego de palabras entre una popular golosina norteamericana y dos chicas que parecen ser irresistibles.
Por lo menos en las dos primeras (“Tiempo al tiempo”, “Confiá”) se despoja de la melancolía, emprende un viaje musical y compositivo con versos positivos, sencillos - amontonados -, aunque sí empecinado en contar historias, una especialidad del rosarino, que no deja de lado el rompan todo, en este caso sepultando en segundos a Río de Janeiro en la bio del arriesgado trip de amor tormentoso de Cartucho y Silvita: ”La nave espacial”. Dos personajes que se suman al reparto cinematográfico que utiliza Fito para describir, y darle vida propia a estereotipos, como en la seductora “M&M”, que es un interesante juego de palabras entre una popular golosina norteamericana y dos chicas que parecen ser irresistibles.
Y como con los personajes, también Paez, suele encariñarse con coordenadas del mundo y las adopta como su propia Ciudad Gótica para componer. “London town” es grisácea, beatle, hermosa y el punto de inflexión para el resto de “Confía”, de allí en más para ir alternando sentimientos (“Lindo mambo”) y actitud rock de amores enfermizos y desenfreno (“En el baño de un hotel”, “La ley de la vida”) con alguna dulce perlita melódica (“El mundo de hoy”) y las descendencias de la balada depre “Cable a tierra” (“Saliendo de tu prisión”). Un Paez instalado en las bases de los tambores de Ringo, fresco e incuestionable del que no se puede pretender una reinvención, porque se encarga siempre de conservar la magia, regalando puñados de lindas canciones ya que seguramente como lo indica su filosofía fitopaeciana: el mundo quepa en una canción.
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Videos:
"Confia"
"Limbo Mambo"
"Tiempo al Tiempo"
"Fuera de Control"
(Sacado de rock.com.ar, hoy no tuve en tiempo para escribir por mi mismo la entrada)